El Hobbit: La desolación de Smaug

Soy muy fan del universo Tolkien y esta es una película diseñada para nosotros, así que trataré de ser lo más objetivo posible.

Segunda entrega de El Hobbit y se puede decir que quinta de la historia del anillo. Demasiada carga a las espaldas como para poder evitar las comparaciones que se vuelven necesarias para dirigir el camino. 

Simplemente diré que La desolación de Smaug mejora a su predecesora en lo que a captar la atención se refiere. Ya se ha llegado al punto que queríamos ver.

Cuando somos niños y nos enseñan a escribir un relato, siempre hay que seguir el modelo de presentación, nudo y desenlace. Pues bien, esta película nos mete en el meollo del viaje de Bilbo Bolsón y los enanos para recuperar el reino de Erebor. Toda la acción está condensada en esta parte y eso consigue que se pueda dividir en escenas muy marcadas e incluso memorables. La mayor pega que se le puede poner es que se está alargando demasiado este paseo, pero es algo que ya sabíamos cuando nos adentrábamos en Un viaje inesperado.

Los escenarios siguen el estilo de El Señor de los Anillos, únicos e impresionantes. Los personajes, el maquillaje, el diseño de las armas o cada detalle de las casas son auténticas maravillas. Quieres estar con ellos, sentarte a la mesa y coger el arco para lanzar alguna flecha. Viajar en barril, defenderte de arañas gigantes o conocer a los Elfos del Bosque son algunas de las grandes experiencias de esta obra. Esa es la magia de la saga, además de la de Gandalf, y como extra nos deja al majestuoso dragón Smaug.

Peter Jackson está cómodo en la Tierra Media y se nota, ya es uno más del lugar. Dirige sin problemas la historia y hace suyo el texto de Tolkien, que se ha convertido en un placer par adultos incluso siendo pensado para niños. El nivel de los actores es perfecto, es una pena que no se tome en serio estos papeles para ser premiados. Martin Freeman es el mejor hobbit que se podría elegir, Bilbo se impone a Frodo, los enanos son energía pura e Ian McKellen es Ian McKellen, el maestro.



Opinión personal: creo que ya he dejado bastante claro que me gusta en demasía las películas de este género, siempre que estén hechas con cabeza. Hacer una comedia romántica es sencillo, todo el mundo puede verse reflejado en las situaciones, pero sabes que pisas arenas movedizas cuando metes a un orco en tu metraje. Os recomiendo que la veáis si sois seguidores de esta saga y quizá sea un buen momento para empezar con ellas si no habéis visto ninguna de las anteriores.

1 comentario:

Hoyvoyalteatro dijo...

Completamente de acuerdo contigo. Yo también soy fan de la saga, el señor de los anillos es una verdadera obra maestra (al menos para mí)y me ocurrió un poco como a ti, la primera parte de El Hobbit me "decepcionó" un poco, no es que no me gustara pero se me hizo lenta, no sé quizá le exigía más pero esta segunda parte me ha gustado mucho más. Visualmente no se le puede poner pegas, Peter Jackson vuelve a recrear el ambiente de la Tierra Media a las mil maravillas.
Gran descubrimiento tu blog! Saludos.

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