Balada triste de trompeta

Esta es la historia de Javier, el payaso triste que no hace reír, hijo del payaso tonto. Desde su niñez la muerte ha estado presente en su vida y la venganza le aprisionó en tiempos de guerra.

Unas tres décadas después, el niño vuelve al circo en compañía de Sergio, el nuevo payaso tonto. Con este compartirá el amor, Natalia, una bailarina, la chica de la tela.

La locura, los celos, la constante venganza y una serie de hechos de la historia española irán guiando esta relación a tres bandas bajo una carpa del circo franquista.

Javier, un magnífico Carlos Areces, siempre mira atrás. Sergio, impresionante Antonio de la Torre, solo confía en los niños porque es como uno de ellos. Natalia, la gran revelación Carolina Bang, está indecisa entre el payaso tonto y el triste, quiere a los dos y no quiere a nadie. Una historia de payasos, porque si no fuesen payasos, serían asesinos.

Si por algo se caracteriza Álex de la Iglesia, el gran artífice de esta obra sublime, es por elevar a un actor a su máxima potencia y transformarlo para que sorprenda. Así es como Santiago Segura se convierte en un personaje sorprendente o los tres minutos de Luis Varela y Terele Pavez son excepcionales.

No hace falta decir, porque ya se ha dicho demasiado, que en Balada triste de trompeta podemos encontrar resquicios de La comunidad o El día de la bestia entre otras, pero es que si un director no usa sus éxitos en su favor, ¿quién lo va a hacer?

Con la música de Roque Baños, clásico de los últimos años en el cine español y, en especial, del cine de Álex, podremos ver una unidad con la narrativa. La "Balada de la trompeta" de Raphael o "Corazón contento" de Marisol serán algunas de esas canciones clave que pueden causar risa en su situación. Tras esta muestra exagerada de falta de objetividad y de admiración por esta película y su director, os dejo con el trailer de rigor que, en este caso, deja mucho por descubrir en la gran pantalla.



Opinión personal: para todos aquellos que dicen que el cine español es un cine de segunda, quizá deberían darse un paseo por esta balada. Si algo ha enseñado Álex con su cine es que la indiferencia no será un sentimiento al salir de sus películas. Avalado con los leones de plata a la Mejor Dirección y Guión Original en la Mostra de Venecia, demuestra que sigue vivo y con ganas de venganza. Y si queda algo de respeto en el cine español, que tiemblen los Goya.

1 comentario:

Jon Burgoa Muñoz dijo...

Y unos títulos iniciales con la música de Roque impresionantes.

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