Annie Leibovitz: una vida a través de la cámara

Hay ocasiones en las cuales con decir un nombre debe ser suficiente para conocer la historia de una persona. Este debería ser el caso de Anna-Lou 'Annie' Leibovitz. Quizá no os suene su cara o su nombre, pero estoy seguro de que alguna vez habréis visto sus fotografías. Autora de las míticas portadas de la revista 'Rolling Stone' y una de las grandes retratistas de la actualidad. Levantó la tirada de 'Vanity Fair' y 'Vogue' no se podía creer que contasen con ella para sus reportajes de moda. Podremos conocerla un poco mejor a través del documental, dirigido por su hermana Barbara, Annie Leibovitz: una vida a través de la cámara.

Una mujer muy familiar que no se decanta por una de las vertientes de su trabajo, ella es fotógrafa y ese es su currículum. Cualquier momento es bueno para ser captado, esa es su vida, una vida a través de una lente. "En cuanto se vaya George Clooney podré estar más tiempo contigo", le dice a su hija durante una sesión de fotos. Ella sabe diferenciar los momentos, podemos ver cómo da sus órdenes y mantiene su posición de jefa mientras propone situaciones y agradece todo lo que le ofrecen.

Todo comenzó en uno de los veranos de la época en la cual estudiaba en el Instituto de Arte de San Francisco, donde estudiaba pintura. Se apuntó a un taller de fotografía que consistía en eso, salir a la calle y hacer fotos. Así aprendió todo, reportajes individuales que luego se comentaban y analizaban las imágenes. Una manera sencilla de comenzar una gran carrera. El descubrimiento de la obra de Cartier Bresson afianzó esta pasión y le enseñó lo que significa ser fotógrafo.

Annie se presentó en 'Rolling Stone' con una bolsa llena de sus trabajos. En 1966 el rock and roll estaba creciendo en San Francisco, al igual que la revista. Un equipo joven, con Tom Wolfe o Hunter S. Thompson, que se atrevían a contar lo que otros no hacían, una apuesta que unía información y arte. Leibovitz aprendió que lo que parece nada puede convertirse en algo. Se puede decir que John Lennon y Yoko Ono se convirtieron en sus padrinos, orgullosos de ver su evolución y enamorados de su actitud a la hora de proponerles una fotografía. Así surgiría una de las portadas más famosas de la historia. La última foto tomada de Lennon antes de que Chapman le disparase en el edificio Dakota. Una portada sin titulares.

En 1975 le propusieron un trabajo que cambiaría su vida, documentar la gira americana de los Rolling Stones. Un trabajo muy duro, no querían que asistiese a todos los conciertos, pero ella vivió como ellos. "Imagínate todo lo que se puede hacer cuando estás de gira con los Rolling Stones, pues yo lo hice", confiesa sobre esa situación descontrolada que le llevó a la droga. Dos años después la revista se mudó a Nueva York y este traslado le afectó. Más adelante conseguiría rehabilitarse y asegura que, durante ese tiempo de cura, maduró como persona.

El cambio llegaba a la vida de Annie, pasa de ser la fotógrafa de las estrellas del rock a encargarse de la moda de 'Vanity Fair'. Las imágenes se convierten en campañas de publicidad, se cuida una estética mayor y ella se adapta a la perfección, es Annie Leibovitz. Las puertas que se cerraban a la revista se volvían a abrir al decir su nombre. Una época al más puro estilo Hollywood. Un momento que nos deja grandes instantáneas para el recuerdo. Desde la mascarilla de Meryl Streep hasta la emersión de Whoopi Goldberg en una bañera de leche. La portada de Demi Moore embarazada llevó la tirada de 'Vanity Fair' al millón de ejemplares.

Durante estos instantes de glamour y lujo, donde coqueteó con 'Vogue', Annie se encontró con la contraposición del Sitio de Sarajevo. Su relación con la ensayista Susan Sontag le llevó a fotografiar la Guerra de Bosnia. "Hago lo que puedo y estoy aquí para dar testimonio", estas son las palabras de Annie sobre su situación en este lugar. Una vuelta a sus reportajes intimistas, con cámaras pequeñas, que muestran la realidad de los presentes. La muerte de su padre y de Susan fueron dos momentos muy duros para Annie, pero ella no dejó de fotografiarlo para el recuerdo.

Por su objetivo han pasado todo tipo de personas. La gente suele mostrar su lado bueno para los fotógrafos, Annie enseña su interior. Patti Smith dijo que no se veía a ella misma en una captura pero, poco a poco, se fue convirtiendo en la persona que Annie había retratado. También podemos ver a la reina Isabel II, la familia Obama, su campaña para Louis Vuitton o su actual trabajo con Disney para dar vida a los personajes animados. Pero eso está fuera de este documental.


Opinión personal: se puede decir mucho sobre un personaje tan interesante como Annie Leibovitz. Pero esta vez dejaremos que sea el documental el que hable por él mismo. Si algo de lo que he dicho os ha llamado la atención, podéis investigar un poco más sobre ella y conocer su vida y obra. Aquí hemos mostrado un pequeño espacio del retrato de Annie. Una mujer digna de admirar.

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